Sandro Merlo escribió:Esta brama como en todas, arranque con la esperanza de todo cazador, volver a casa bien, y con un buen trofeo, llegue al campo con un amigo nos instalamos y bueno a buscar donde estaban los colorados bramando, primer dia ni noticias arrancaban bramando a las 00 horas mas o menos y se cortaba a las 05:00 hs. segunda nocha igual, y asi sucesibamente, era imposible cazar un buen ciervo ya que sin brama no los podiamos encontrar, ya que el monte es cerrado, en el campamento intercambiabamos opiniones pero nada en concreto de como poder cazarlos, al quinto dia, el cansancio fisico y pisicologico era terrible, estabamos ya convencidos que esta brama no ibamos a poder cazar nada, decidimos partir al otro dia, esa terde, decidi quedarme hasta muy tarde en el campo para escuchar y estudiar los movimientos de los ciervos, asique lleve peso extra, una manzana, estaba en un lote y me sente debajo de un piquillin y a esperar algun rezongo pero nada, cuando oscurecio empezo a rezongar un roncocho y al lado un estaquero que bramaba como un ternero, empese a prestar atencion de los movimientos que hacian los dos ciervos en base a los bramidos que eran bajos, a las 22:00 hs. le pegue el primer mordisco a la manzana, tenia que racionarla, a las 23:30 y asi suscesivamente hasta que aguante hasta las 02:00 hs. ya sabia como se movian en el monte estos dos bichos, y me dedique a cazar al mas grande el roncocho, me fui al campamento comi un poco me hidrate y ya a las 05:00 horas, estaba levantado tomando mate con mi compañero, despues arranque donde habia dejado los ciervos, sorpresa, me habia cambiado el viento, debia andar como 3 kilometros o en su defecto les daba el viento, arranque caminata rapida y trote, y asi sucesivamente, llegue donde los habia dejado en la madrugada y no bramaban, digo se me pasaron al otro lote, ya estaba clareando, debia encontrarlos rapido o cuando saliera el sol a pleno seguro iban a cortar de bramar, cansado me paro en una lomita y escucho un leve rezongo, y el aternerado a unos veinte metros del grande, espere unos minutos, ya que en la madrugada habian estado bramando cerca de esa lomita y siempre el grande iba delante, los rezongos del roncocho se escuchaban cada ves mas cerca hasta que llego al bajo donde estubo instalado en la madrugada y ahi se quedo el aternerado se venia acercando el viento lo tenia bien, me muevo y siento el tosido de una hembra a unos 300 metros del lote contrario, me quedo quieto y espero, pero el dia se me venia tenia que encararlo, ya se veia como para tirar a unos 50 metros, me meto en el monte y empiezo a arrimarme, los rezongos eran cada ves mas espaciados y suaves, digo lo encuentro ahora o me corta en cualquier momento, sabia que tenia que ver detras de unos piquillines y fachinal que seguro estaba ahi, lo buscaba con los binoculares y no lo veia, en eso los nervios me hacen cometer un error fatal, quebre una rama, el ciervo pega una atropellada no lo veia digo se me va, agarro el bramador marca acme y le brame cerca del piso y despacio, se planta en seco, queda todo en silencio, me quedo agachado buscando con los prismaticos y desde la izquierda mia aparece con el ocico al ras del piso moviendo su cabezota de un lado al otro, andaba buscando el bramido, se para detras de una planta a unos 30 metros, agarro el 375 que habia dejado en el piso, me muevo muy despacio traspiraba y me temblaba todo el cuerpo, le veia el ocico, el cuarto y en una V hecho por los troncos de un calden algo medio rojo seguro la punta de la paleta, meti la cruz en esa zona la bala tenia que pasar por ese escaso espacio que habia y el bombaso del 375 la mira se me sale del bicho y no veo mas nada, salgo corriendo donde le habia tirado al ciervo y no estaba, busco rastros de sangre y nada, el sol todabia no habia levantado, marco con pajas el lugar del tiro y buscaba desorientado no saabia para donde habia disparado, encontre la disparada y despues se me perdio, busque en circulos y nada, encontre en dos oportunidades un rastro de disparada por un camino pero no trompezaba, me tranquilice y espere que levantara el sol, para ver mejor el rastro, encontre la espantada, la disparada y empece a seguirlo no lo tenia que perder ya que habian rastros del mismo ciervo por todos lados pero esa disparada era caracteristica, buscaba rastros de sangre y nada, no habian ramas rotas de caidas no perdia pisada, digo le erre, volvi al lugar donde tire el tiro mire los troncos en V a ver si le habia pegado ahi y nada, digo le tengo que haber pegado, volvi al rastro y a seguirlo, luego de recorrer 140 metros lo encontre muerto no les puedo contar la alegria que tenia, es un hermoso trofeo este digno señor ciervo que lucho hasta el ultimo segundo por su vida, recupere el plomo del otro lado del cuero-