Notas de perros

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Adopción de dingos en Australia
En Australia está permitido tener un dingo como mascota, no obstante cabe señalar que nunca se debe capturar un digno salvaje. Los ejemplares adultos asilvestrados no están domesticados y algunos de ellos no han socializado con personas, por lo que podría ser muy peligroso intentar poseer uno. Recluir un animal salvaje puede comprometer seriamente su bienestar y la seguridad de quienes lo intenten.

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Por otro lado, existen granjas que se dedican exclusivamente a la cría de estos cánidos, aunque no es recomendable fomentar la compraventa, principalmente debido a las condiciones a las que están sometidos muchos de ellos, lo mejor es apostar siempre por la adopción responsable.

En caso de residir fuera de este continente y querer adoptar un dingo como mascota, debemos recordar que actualmente está prohibida la exportación de dingos.

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Hábitos alimenticios de los dingos
Estudios científicos desarrollados en Australia concluyen que en la dieta del dingo pueden apreciarse hasta 170 especies animales diferentes. Desde insectos hasta el búfalo de agua son presas potenciales de las manadas de dingos.

En función de la zona en la que se encuentren, su dieta se basará en unas u otras especies:

En el norte de Australia las presas más habituales del dingo son: el wallabie, la rata polvosa y el ganso urraca.

En la árida zona central, las presas más habituales son: ratones, conejos, el canguro rojo y la rata de orejas largas.

En el sur australiano los dingos se alimentan comúnmente de: opósums, wallabies y wombats.

En el noroeste australiano las presas más habituales de los dingos son: canguros rojos y el walarú oriental.

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Los perros se alinean con el campo magnético de la Tierra para defecar


El estudio observó los rituales previos a 1.893 excreciones y 5.582 micciones.


Es sabido que los campos electromagnéticos terrestres guían al salmón en su travesía desde alta mar hacia el desove en agua dulce. Lo que se desconocía hasta ahora es que los perros también son sensibles a esas mismas frecuencias... aunque las utilizan con un fin mucho menos poético: escoger la dirección de su cuerpo a la hora de defecar.

Un equipo de investigadores checos y alemanes estudió exhaustivamente los hábitos de defección canina y descubrió que los perros alinean su cuerpo de norte a sur con el campo magnético terrestre como única guía.

Este escatológico estudio fue publicado en la revista científica Frontiers in Zoology.

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Al parecer, igual que las brújulas orientan su aguja al polo norte magnético de la tierra, los perros buscan el eje norte - sur en el ritual giratorio que precede a sus necesidades.

Unos 70 perros de 37 razas diferentes fueron monitorizados durante dos años a la hora de hacer sus necesidades.

Los abnegados investigadores analizaron pacientemente los ceremoniales previos a 1.893 cacas y 5.582 pises para llegar a esta conclusión.

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Los investigadores pasaron dos años analizando el ritual excretor de 70 perros de 37 razas distintas.

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¿Pero por qué los perros se alinean con el eje terráqueo a la hora de excretar?

Por ahora sigue siendo un misterio.

"Aún es un enigma si lo hacen conscientemente o si es una función vegetativa" (como lo son la respiración o la digestión), señala el estudio.

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No es el único animal con orientación
"Nuestro análisis de los datos en bruto indica que los perros no sólo prefieren dirección norte-sur, sino que, al mismo tiempo, también evitan dirección este-oeste", continúa el informe.

El mejor amigo del hombre está muy lejos de ser la única criatura que es sensible al campo magnético de la tierra. El ganado y los ciervos también pastan en un eje norte-sur.

Además del salmón en su camino al desove, también las aves son capaces de sentir las frecuencias electromagnéticas para orientarse durante sus largos vuelos migratorios.

También las hormigas se orientan gracias a su sensibilidad magnética.

Esta es la primera vez que la sensibilidad magnética fue detectada en perros.


Fuente:BBC News

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En fotos: los perros en sus poses más curiosas


El escocés Paul Walker ha ganado numerosos premios de fotografía en la categoría de mascotas. Su paciencia y habilidad para retratar perros es única.

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Un fotógrafo escocés ganó por quinta vez un premio al mejor fotógrafo británico del año en la categoría de mascotas. Observando sus imágenes de perros, uno entiende por qué. (Fotos: www.pawspetphotography.co.uk)

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Según Walker, su especialidad es "capturar una fracción de segundo y hacer la imagen que muchos creen imposible".

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Gracias a su paciencia para capturar los más increíbles ángulos, Walker es el ganador de la categoría mascotas en los concursos de fotografía de Escocia desde 2008.

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El fotógrafo escocés también captura imágenes de gatos y otros animales domésticos. Arriba, el chihuahua en pleno salto entre los narcisos.

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Walker comenzó a fotografiar mascotas cuando solo tenía cinco años de edad. Arriba, el Terrier de Lakeland en un piano.

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El fotógrafo dijo que comenzó haciendo esta clase de fotos como un hobby. Arriba, dos West Highland Terriers blancos.

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Walker también fue el ganador en 2012 del premio internacional en la categoría animales y humor de la revista Guardabosques del Finder.

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Al fotógrafo le gusta capturar momentos "tontos" de las mascotas. "A veces nuestras mascotas pueden poner una sonrisa en nuestros rostros", dice Walker en su sitio de internet.

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Walker también dedica algunas de sus fotos a la amistad entre animales, y entre estos y sus dueños.


Fuente:BBC News

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Por qué a los perros les encanta roer huesos

Redacción
BBC Mundo



SPL

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Científicos de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) descubrieron por qué a los perros les encanta morder, roer y jugar con huesos.

Sus ancestros los cánidos -lobos, zorros, chacales- tenían el instinto de rasgar a sus presas con su mordida, cuando en un momento de su evolución (hace ocho millones de años) tuvieron que empezar a cazar en manada para alimentarse de animales mucho más grandes que ellos.

La resultante evolución de sus mandíbulas gradualmente convirtió a algunas especies de cánidos en hipercarnívoros, que son los animales que se alimentan mayormente de carne fresca.

El doctor Joao Muñoz-Durán, profesor investigador del Departamento de Biología de la UNAL, presentó las conclusiones de su estudio en el Primer Congreso Conjunto de Biología Evolutiva en Ottawa, Canadá.

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BBC Mundo conversó con él para conocer más detalles de la investigación.

Muñoz-Durán y su equipo estudiaron la evolución de los cánidos para descifrar cuándo evolucionaron.

"Hace ocho millones de años, el ambiente estaba cambiando, las sabanas y praderas se estaban expandiendo en Norteamérica, Asia y Europa", dice.

Como había ambientes más abiertos y sin bosques, explica el investigador, los ungulados (mamíferos con casco y pezuña, como los caballos o cabras) tuvieron que responder de alguna forma al cambio de dieta: para comer gramíneas, necesitaban dientes y estómagos más grandes, por lo que crecieron de tamaño y comenzaron a vivir en grupos para detectar más rápido a los depredadores.

"Mientras tanto, ¿qué hicieron los cánidos? Ya no eran capaces de cazar estas presas en solitario por lo que también decidieron unirse y formar grupos grandes para idear estrategias que les permitieran cazar ungulados de manera colectiva".

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Como se trataba de animales muy pesados y fuertes, al morderlos había un forcejeo -la presa trataba de escapar- que impuso un montón de estrés mecánico sobre el cráneo, las mandíbulas y la morfología general de los cánidos.

"Necesitaban dientes punteagudos para poder perforar y sostener la presa", explica Muñoz-Durán, quien también es Ph.D. de la Universidad de California. "Con el tiempo, después de muchas generaciones de intentar cazar de manera más efectiva, se generó una presión de selección natural".

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Los perros heredaron su amor por los huesos de su ancestro hipercarnívoro.

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Gusto por el hueso

Sin embargo, eso no ocurrió en todas las especies de cánidos.

"Sucedió con el ancestro del lobo gris (el perro común es descendiente de este lobo), del perro silvestre africano conocido como el lobo africano, del lobo de la India y de un perrito sudamericano que se llama perro del bosque", dice el científico.

"Como ha habido un proceso de domesticación y se han generado muchas razas, hay algunas que aunque les encante jugar pretendiendo que están cazando, no tienen la misma fuerza de un lobo gris. Pero hay muchas que sí se parecen a su ancestro: el pastor alemán, el pastor belga, el siberiano. Todos esos perros todavía retienen la capacidad".

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Entonces, a pesar de que no estén en un contexto en el que necesitan cazar grandes presas para sobrevivir porque tienen comida concentrada muy fácil de masticar y digerir, heredaron genéticamente el gusto de morder huesos -sintéticos o de verdad- una y otra vez.

"En sus genes hay algo que les dice que hay que correr detrás de una presa, que hay que sacudirla. Y eso es lo que hacen cuando juegan", concluye.

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Los perros mienten sobre su tamaño al orinar


Un estudio revela que levantan más la pierna a fin de que su marca llegue a mayor altura, con lo que aparentan ser más grandes


Las trazas ayudan a los perros a conocer su entorno (Pixabay)

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ELENA MARTÍNEZ BATALLA
14/08/2018 00:09

Las trazas –sobre todo las que pueden olerse- son muy importantes para los perros, pues dan pistas de como son. De hecho, gracias a su privilegiado sentido del olfato - tienen entre 125 y 220 millones de células olfativas, 50 veces más que los humanos- al olfatear, por ejemplo, el pis dejado por otros, los canes pueden averiguar el sexo, la edad e incluso la fertilidad del que orinó.

Asimismo, un estudio publicado el pasado mes de julio en la revista especializada Journal of Zoology, revela que los canes pueden mentir acerca de su apariencia al dejar rastro, algo que consiguen orinando a mayor o menor altura.

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En concreto, el trabajo, elaborado por investigadores de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), denota que los perros pequeños levantan mucho la pierna al orinar, una maniobra con la que buscan que su orina alcance mayor altura.

Y es que, a juicio de los expertos, la altura a la que se encuentra el pis da información al resto de canes acerca de la masa y la envergadura del que ha orinado allí con antelación, por lo que orinar más alto protege a los más pequeños, que a menudo son el objetivo de los ejemplares de mayor tamaño.